Deudas

Estoy agradecido por haber ido a visitar a mi familia en días pasados; haberlos visto, abrazado y estrechado es un enorme regalo navideño. Mis padres son la bendición más maravillosa que he tenido en la vida, y si he cometido el error a veces de no entenderme como quisiera siempre hacerlo con ellos, eso ha traido consecuencias posteriores benéficas a la relación.

Amo mucho a mi familia, tanto a mi hermana como a mis padres les debo en gran manera lo que soy el día de hoy, no me arrepiento en absoluto de los excelentes momentos que he vivido a su lado y las preciadas enseñanzas que solamente ellos podrían haberme dado.

Una de las cosas que más felicidad me ha causado durante el fin del año actual es que voy a comenzar el siguiente con menos deudas de las que venía cargando, y es que, es realmente frustrante querer hacer, salir, crear y proponer sin tener la herramienta básica para lograr las cosas el día de hoy: Dinero.

Gracias a ellos, a su ayuda incondicional he podido lograr muchas mejoras en cuanto a mi economía; prefiero ser sincero con ellos con respecto a eso, he aprendido a que el ocultar esa clase de información no hace más que hundirme en mis propias paranoias, cuando, con la fortaleza mutua yo sé que se pueden lograr mejores resultados.

Y así mi familia representa los demás hilos de la cuerda que es mi vida, con ellos y gracias a ellos es que cualquier cosa que soy ha sido posible. Además, no puedo dejar de lado a todas esas personas que han ayudado a que mi crecimiento sea constante, desde mis compañeros de clase, profesores, compañeros de trabajo, amigos, vecinos, parientes y todos los demás.

Me siento tan de buenas hoy, a pesar de haber padecido de la ausencia de una buena conexión a Internet, que he realizado una pequeña aplicación para mis propias finanzas. Ya solo basta montarla en mi celular para constatar su funcionalidad.