Defectos
No hay nada mejor que creer en uno mismo, porque lo cierto es que todos al rededor nos pueden y van a quedar mal, nos van a herir o a intentar destruir tarde o temprano, son una forma de escpeticismo, decepción y desertismo a nuestras creencias.
Hablar de personas inteligentes que he conocido es interesante, siempre he creido que aquellos pensantes críticos son para mí más valiosos que los que lo hacen en menor intensidad.
Es agradable conocer personas, aunque admito que me ha costado trabajo desde que estoy aquí relacionarme por lo fácil que caigo entre filtros para otros.
Por el momento somos tres los que estamos en el mismo equipo, los dos caballeros que en mi opinión son un par de genios y su servidor. Casi desde un inicio salimos a la misma hora a comer y conforme pasa el tiempo se vuelven más alegres y divertidas las charlas.
También, entre estos nuevos compañeros se pueden contar a otros dos que se encuentran a nuestra espalda y con los que en más de una ocasión nos hemos puesto de acuerdo para comer juntos; siendo cinco, podría decirse que son las primeras personas que conozco desde que llegué y estimo su agradable personalidad; con defectos, como todos, como yo.
Tal parece que no es sencillo explicar que en mi manera de ver las cosas las personas merecen ser aceptadas con su individualidad y diferencias, con todo, siempre el hecho de sentirme distinto es lo que más me gusta de mí y por eso, comentarios como el que una conocida me hizo ayer "tu personalidad es como la de equis", no sé, me causan aversión, probablemente por lo mucho que defiendo y valoro la individualidad tanto mía como la de los demás; con eso en mente, como ya antes lo he dicho, el compararme o hacerme parte de una corriente es una gran ofensa para mí.
Pienso que entre la diversidad de ideas si se vive con un fin y muchas más mentes se centran en ese fin, dicho fin puede ser alcanzable y lógicamente convertirse en un bien mayor.
Quiero enamorarme de nuevo, enamorarme del silencio, de la soledad, de la mañana y la inmensidad del ser, enamorarme de la vida, enamorarme del amor, de la belleza y el color.
Hablar de personas inteligentes que he conocido es interesante, siempre he creido que aquellos pensantes críticos son para mí más valiosos que los que lo hacen en menor intensidad.
Es agradable conocer personas, aunque admito que me ha costado trabajo desde que estoy aquí relacionarme por lo fácil que caigo entre filtros para otros.
Por el momento somos tres los que estamos en el mismo equipo, los dos caballeros que en mi opinión son un par de genios y su servidor. Casi desde un inicio salimos a la misma hora a comer y conforme pasa el tiempo se vuelven más alegres y divertidas las charlas.
También, entre estos nuevos compañeros se pueden contar a otros dos que se encuentran a nuestra espalda y con los que en más de una ocasión nos hemos puesto de acuerdo para comer juntos; siendo cinco, podría decirse que son las primeras personas que conozco desde que llegué y estimo su agradable personalidad; con defectos, como todos, como yo.
Tal parece que no es sencillo explicar que en mi manera de ver las cosas las personas merecen ser aceptadas con su individualidad y diferencias, con todo, siempre el hecho de sentirme distinto es lo que más me gusta de mí y por eso, comentarios como el que una conocida me hizo ayer "tu personalidad es como la de equis", no sé, me causan aversión, probablemente por lo mucho que defiendo y valoro la individualidad tanto mía como la de los demás; con eso en mente, como ya antes lo he dicho, el compararme o hacerme parte de una corriente es una gran ofensa para mí.
Pienso que entre la diversidad de ideas si se vive con un fin y muchas más mentes se centran en ese fin, dicho fin puede ser alcanzable y lógicamente convertirse en un bien mayor.
Quiero enamorarme de nuevo, enamorarme del silencio, de la soledad, de la mañana y la inmensidad del ser, enamorarme de la vida, enamorarme del amor, de la belleza y el color.
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