Límites
Escoger, tomar atajos, equivocar, reiniciar y volver son puntos distintivos de lo que las diferentes decisiones han hecho de nuestras vidas al día de hoy.
Nací y crecí dentro de una familia en la que desde pequeño se me inculcó a buscar y hacer el bien por sobre cualquier beneficio personal. ¿Lo he hecho siempre? Para nada; durante mi existencia he tomado bastantes decisiones viendo únicamente por mí y mi deseo de ser o sentirme alguien.
Tuve la oportunidad de ser el niño nerd de clase, con el andar de los días me encaminé a ser como esos compañeros que, a pesar de sus malas notas, parecían disfrutar más de la infancia que yo.
Durante la secundaria, pudiendo ser un alumno ejemplar, preferí procurar el estar conmigo disfrutando de las libertades que el no sentirme atado me permitían; con eso, desde asiduo jugador de videojuegos hasta intrépido caminante y explorador de los montes que me rodeaban fueron ejemplos de solamente ver por mi propia satisfacción.
Los límites han son parte fundamental de mi vida; de hecho, puedo decir que yo mismo me he impuesto muchos más límites de los que la sociedad sola pudiera haberme puesto. Algunos de estos límites que trato de respetar actualmente son:
- Evitar ver televisión y sus contenidos basura.
- Concentrarme en no beber refrescos, jugos o bebidas azucaradas; preferentemente optar por agua.
- No aceptar ni consumir botanas, frituras o alimentos de ese tipo tan poco provechoso.
- Ingerir el mínimo de alimentos catalogados como comida rápida.
- Preferir no asistir a centros nocturnos o antros de baile y vicios.
- Rechazar ejemplarmente embriagantes, tabacos, drogas o alucinógenos.
- Hacer mi parte en contra de lo que refiere a contaminación ambiental.
- Procurar gente que nutra mi experiencia de vida, o en dados casos, apreciar y optar por comprender y aprender aquello que los hace buenos.
- No ver por mí antes que por los demás.
- Considerar actividades que me encaminen a ser un mejor ser humano.
- No burlarme o discutir con otros sin razón.
- Alejarme de las peleas y no ser causa de las mismas.
¿Por qué he escrito todo lo anterior?
Pues bien, es importante que quede claro y se comprenda que en mi deseo de mejorar he tenido que tomar un montón de decisiones difíciles que me han motivado a crear límites. En mi deseo de mejorar he sido, soy y seré quien primeramente actúe con intención y convicción mediante juicios honestos individuales primeramente. El camino ha sido complicado y considero que no ha sido más que por gracia y voluntad de un ser divino que puedo decir que seguiré adelante.
Como lo dije alguna vez, mis piensos son nunca dejar de mejorar para el día de mi partida mi huella o el reflejo de lo que fui se dé en el mejor momento que pude tener.
Todavía me faltan algunas decisiones por tomar y uno que otro mal hábito que dejar pasar; no me rendiré, ni hoy ni nunca; creo fielmente que existe un ser muy poderoso que guía mi andar, quien es responsable de las maravillas que llegan a mi vida. Lo importante para mí ahora es no ceder, no dejarme vencer, no temer, no caer, no dudar, no desilusionarme y no desmerecer; pues la meta espera al final a quien no se rinde.
Nací y crecí dentro de una familia en la que desde pequeño se me inculcó a buscar y hacer el bien por sobre cualquier beneficio personal. ¿Lo he hecho siempre? Para nada; durante mi existencia he tomado bastantes decisiones viendo únicamente por mí y mi deseo de ser o sentirme alguien.
Tuve la oportunidad de ser el niño nerd de clase, con el andar de los días me encaminé a ser como esos compañeros que, a pesar de sus malas notas, parecían disfrutar más de la infancia que yo.
Durante la secundaria, pudiendo ser un alumno ejemplar, preferí procurar el estar conmigo disfrutando de las libertades que el no sentirme atado me permitían; con eso, desde asiduo jugador de videojuegos hasta intrépido caminante y explorador de los montes que me rodeaban fueron ejemplos de solamente ver por mi propia satisfacción.
Los límites han son parte fundamental de mi vida; de hecho, puedo decir que yo mismo me he impuesto muchos más límites de los que la sociedad sola pudiera haberme puesto. Algunos de estos límites que trato de respetar actualmente son:
- Evitar ver televisión y sus contenidos basura.
- Concentrarme en no beber refrescos, jugos o bebidas azucaradas; preferentemente optar por agua.
- No aceptar ni consumir botanas, frituras o alimentos de ese tipo tan poco provechoso.
- Ingerir el mínimo de alimentos catalogados como comida rápida.
- Preferir no asistir a centros nocturnos o antros de baile y vicios.
- Rechazar ejemplarmente embriagantes, tabacos, drogas o alucinógenos.
- Hacer mi parte en contra de lo que refiere a contaminación ambiental.
- Procurar gente que nutra mi experiencia de vida, o en dados casos, apreciar y optar por comprender y aprender aquello que los hace buenos.
- No ver por mí antes que por los demás.
- Considerar actividades que me encaminen a ser un mejor ser humano.
- No burlarme o discutir con otros sin razón.
- Alejarme de las peleas y no ser causa de las mismas.
¿Por qué he escrito todo lo anterior?
Pues bien, es importante que quede claro y se comprenda que en mi deseo de mejorar he tenido que tomar un montón de decisiones difíciles que me han motivado a crear límites. En mi deseo de mejorar he sido, soy y seré quien primeramente actúe con intención y convicción mediante juicios honestos individuales primeramente. El camino ha sido complicado y considero que no ha sido más que por gracia y voluntad de un ser divino que puedo decir que seguiré adelante.
Como lo dije alguna vez, mis piensos son nunca dejar de mejorar para el día de mi partida mi huella o el reflejo de lo que fui se dé en el mejor momento que pude tener.
Todavía me faltan algunas decisiones por tomar y uno que otro mal hábito que dejar pasar; no me rendiré, ni hoy ni nunca; creo fielmente que existe un ser muy poderoso que guía mi andar, quien es responsable de las maravillas que llegan a mi vida. Lo importante para mí ahora es no ceder, no dejarme vencer, no temer, no caer, no dudar, no desilusionarme y no desmerecer; pues la meta espera al final a quien no se rinde.
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