Me entristece ver que son cada vez menos las personas dedicadas a producir algo por cuenta propia antes de hacerlo público, comprendo que ahora lo "viral" es lo que se encuentra dentro de los estándares de calidad para las personas amantes del "ovejismo": pero hay mucha más gente, personas que, al igual que todos, tienen específicos gustos e individualidades que en cuanto a comentarios o ideas podrían venir a hacer mucho bien a este mundo tan homogenizado que nos presentan las redes en línea.
¿Quién es el responsable?
Definitivamente si hay alguien o algo a lo cual culpar en este momento no se me ocurre otro que el mismo dinero. Dicen que es capaz de volcar identidades y conseguir súbditos de manera casi inmediata, puede convertir al honesto y pulcro en tremendo delincuente.
El dinero es lo que hace a Facebook, Twitter, Google, Microsoft, Apple, Yahoo, Oracle, Amazon y todos los grandes de la tecnología y manejo de información modificar sus algoritmos de manera que sean cada vez más imperceptibles y eficientes sus "carnadas" publicitarias y degenerarnos así, de manera evolulutiva, opacando la grandeza de la singularidad y haciéndonos dependientes constantemente de su opinión suprimiendo por consecuencia nuestra voluntad de forma sutil e ingeniosa.
No estoy en contra de las redes ni de las grandes empresas detrás de las mismas, deseo que quede claro que mi única inquietud aquí es mencionar el entorno incorregible al que se someten las actuales generaciones humanas y cómo con el paso del tiempo, eso afectará en mayor fuerza, no a nosotros, sino a quienes ya vendrán sobre un camino prefabricado por el que, solo se les incitará a andar, sin medir consecuencias más allá de la enajenación de la autoconsciencia, el completo desconocimiento de sus propias virtudes, la explosión de las modas y la capitalización de ideas como única finalidad en la vida.
Cada vez somos menos humanos y más "masas". La opinión personal está poco a poco tomando segundo lugar en la partida mundial dejando a lo que la mayoría diga, sin importar si son falacias, como la verdad absoluta e irrefutable. Vienen tiempos en los cuales, las decisiones no dependerán de cada quién, incluso deseando una persona no seguir el camino que la corriente sigue, deberá hacerlo por que será juzgado y sentenciado aquel que sea contrario a la fuerza del sistema.
Probablemente leer eso resulte apocalíptico y poco creíble en este momento; curiosamente en una medida muy pequeña y de crecimiento prácticamente indistinguible se ha venido dando a través de los medios electrónicos, los escenarios globales, el avance de las ciencias, la implantación de nuevas tecnologías y los escándalos sociales como algunos de los escalones que lentamente nos conducen a tan detestable —en mi particular opinión— desenlace.