Aire
El aire de tu vida para conmigo, es aquello que motiva a conseguir, a luchar, a trabajar, a invertir en lo que vale el esfuerzo, en lo que necesito para convertir el porvenir en algo verdadero, algo humano, algo real, algo honesto.
Estoy escribiendo esto porque sé que te quiero en mi vida, que te asimilo con mucho amor, que tu presencia a mi lado ha hecho que todo sea mejor, que surja.
Pero siempre habrá "peros" en nuestro transitar, cosas que nos pongan a pensar, que nos obliguen a meditar que somos más o menos de lo que llegamos a expresar, necesito hacerlo, necesito confesarme, decirte que eres todo cuanto para mí quiero, que te amo, que te anhelo.
Que con tu cabello, tus manos, tu mirada, tu cuerpo, tu piel, tus labios quiero cohabitar, construir, fortalecer, educar, consistir, crecer, formar y forjar.
Para quien dude de mi capacidad o de la tuya no somos mutuos, no necesito demostrar nada, no estoy aquí para ellos, ni para nadie que no seamos nosotros dos; pero te requiero, lo hago con todas mis fuerzas; que existas cada vez mayormente.
Que podamos hablar de todo, de nada, de complejidades como de simplicidades, de banalidades y espiritualidades, de orgullo y miseria. De nosotros, de los otros, de todo.
Quiero que nos comuniquemos siempre, que nos comprendamos, que nos adaptemos, que escribamos una línea histórica en la que juntos, aunque probablemente distantes en algún momento, siempre sepamos que somos y qué somos.
El aire de tu vida es el que me ayuda a respirar, que oxigena mis pulmones, que purifica mis bronquios, y lo inhala mi olfato; se une con el mío, se fortalece, se expresa, se cultiva, el aire de tu vida es para mí como el mío propio, que me hace bien si no se aleja...
Estoy escribiendo esto porque sé que te quiero en mi vida, que te asimilo con mucho amor, que tu presencia a mi lado ha hecho que todo sea mejor, que surja.
Pero siempre habrá "peros" en nuestro transitar, cosas que nos pongan a pensar, que nos obliguen a meditar que somos más o menos de lo que llegamos a expresar, necesito hacerlo, necesito confesarme, decirte que eres todo cuanto para mí quiero, que te amo, que te anhelo.
Que con tu cabello, tus manos, tu mirada, tu cuerpo, tu piel, tus labios quiero cohabitar, construir, fortalecer, educar, consistir, crecer, formar y forjar.
Para quien dude de mi capacidad o de la tuya no somos mutuos, no necesito demostrar nada, no estoy aquí para ellos, ni para nadie que no seamos nosotros dos; pero te requiero, lo hago con todas mis fuerzas; que existas cada vez mayormente.
Que podamos hablar de todo, de nada, de complejidades como de simplicidades, de banalidades y espiritualidades, de orgullo y miseria. De nosotros, de los otros, de todo.
Quiero que nos comuniquemos siempre, que nos comprendamos, que nos adaptemos, que escribamos una línea histórica en la que juntos, aunque probablemente distantes en algún momento, siempre sepamos que somos y qué somos.
El aire de tu vida es el que me ayuda a respirar, que oxigena mis pulmones, que purifica mis bronquios, y lo inhala mi olfato; se une con el mío, se fortalece, se expresa, se cultiva, el aire de tu vida es para mí como el mío propio, que me hace bien si no se aleja...
Eres el aire de mi vida... eres todo lo que necesito. No existe nadie más como tu, ni como yo. Todo ocupa el lugar que merece, lo he dicho ya. Me haces feliz, me haces inmensa. Te siento, te pienso, te veo, te pruebo, te quiero conmigo, te quiero en mi vida, te quiero en cada instante, sea bueno o sea malo. No me interesa el mundo, ni ajenas opiniones a lo que a los dos respecta, sólo me interesas tu, Y TE AMO. Los "peros" no valen, quitan el valor al enunciado o al acto antes dicho. Yo quiero que nos comuniquemos, que nos sintiéremos parte del otro. ¿Adaptarnos? Aceptarnos, comprendernos, es parte de todo. Sé que eres y quién eres y te amo por eso. Ya no tengo miedo de que veas quién soy, tu también lo sabes. Aquí estoy, desnuda. Mi alma y mi cuerpo. Te amo y no temo de nada, ni de nadie.
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