Quejas

Se quejan del frío, de la soledad, de la muerte, de la falta de amor, del desprecio ajeno, se quejan del miedo, de la formación, de la tristeza, se quejan de todo. Hemos crecido con una bandera de quejas pegada a nuestra frente, vivimos de un modo en el que el proclamar nuestras penas nos libera en sentido psicológico de nuestras debilidades, culpamos a otros de ellas, las tomamos y como un paño de inmundicia las queremos lanzar fuera de nuestras vidas.

¿Qué es eso? ¿De dónde viene la necesidad de quejarnos? Creo que de la falta de conciencia a todo aquello hermoso y digno de buen nombre que tenemos a nuestra espalda, eso que sin entenderlo ni siquiera meditarlo nos ha puesto en el lugar que estamos; la mayoría sanos, la mayoría completos, la mayoría con suficiencia económica y social, con ropa y alimento siempre.

Hace tiempo, mis anhelos más grandes en la vida eran tener a alguien para gozarme de saberle conmigo y amasar fortunas para darme una vida de rey. Pero en serio, el beneficio que obtendría entonces habría sido mínimo meticulosamente hablando en comparación al gran perjuicio que para mi vida supondría la forma vana de ver las cosas, la forma superficial de llevarlas a cabo.

Hoy no sé, sigo creyendo que no soy nadie y que me falta mucho camino por recorrer en esta vida; pero estoy agradecido, estoy agradecido por haber despertado hoy en la mañana sabiendo que sería el comienzo de un capítulo más en mi vida, un segmento en la pista de mi etapa de educación profesional, de soltería, de escritura libre y alternativa, de música ligera, de gozo por la simplicidad y gusto por el minimalismo. Todo eso y más es lo que evoca para mí este principio de cuento corto que llamo vida.

A veces me gustaría ser un genio y en cada una de mis letras plasmar todo ese afecto que siento por aquellos que se toman la molestia de entregarme un poco de su tiempo para leerme, quisiera que fueran más de uno, quisiera que fueran más que yo. Pero no es así, y lo admito, y lo sé, y no me lo recrimino, pues la satisfacción de encontrarme con algo nuevo aquí escrito no cabe en todo mi cuerpo al verme frente a esos textos, corrigiéndolos y sonriendo por la falta de sentido de cada uno. Una frase para el año, o para este inicio de ciclo que quiero recordar es la siguiente: "Sé feliz en lo poco y en lo mucho sea tu recompensa sin ego." Eso es todo por hoy. Me temo que hay una motivación para escribir más constantemente...

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