Decir
En nuestra existencia como seres humanos encontramos todos los días oportunidades y decisiones binarias qué tomar, sí o no, aceptar o rechazar. El decir no, platicaba antenoche con quien quisiera ver de mi futuro suegro, ha sido una constante desde que tengo memoria.
Hay cosas complicadas y eso, a veces hay que rechazar invitaciones a eventos, cenas, paseos, fiestas, diversión, entretenimiento; también decir no a vicios, a urgencias, a satisfacciones; eso nos convierte en una forma "hipócrita" de ser para las mentes ajenas, pero no es así; a veces es la necesidad de conseguir algo mejor o priorizar las necesidades y obligaciones sobre los deseos y oportunidades.
Hace un par de semanas tuve que decir no a algo que por mi cuenta había comenzado, y no es que no lo quisiera, es que todavía no llega el tiempo de que eso se de. Ahora, me enfoco en trabajos pendientes, uno de un gran amigo del salón cual terminando dará inicio a la segunda parte del proyecto donde trabajo durante las tardes.
Cambiando de tema, he sido víctima de programas de publicidad no deseada en mis navegadores de Internet, todo por descargar una aplicación de Softonic y no "omitir" el primer paso por error.
Ya desinstalé navegadores y reinstalé, pero no es nada ética esa forma de trabajar publicidad de parte de ellos para con quienes no saben. Mi problema fue más asqueroso al tener configurada la sincronización entre las diversas computadoras que utilizo. En fin, todo a consecuencia de no decir no a tiempo.
Hay cosas complicadas y eso, a veces hay que rechazar invitaciones a eventos, cenas, paseos, fiestas, diversión, entretenimiento; también decir no a vicios, a urgencias, a satisfacciones; eso nos convierte en una forma "hipócrita" de ser para las mentes ajenas, pero no es así; a veces es la necesidad de conseguir algo mejor o priorizar las necesidades y obligaciones sobre los deseos y oportunidades.
Hace un par de semanas tuve que decir no a algo que por mi cuenta había comenzado, y no es que no lo quisiera, es que todavía no llega el tiempo de que eso se de. Ahora, me enfoco en trabajos pendientes, uno de un gran amigo del salón cual terminando dará inicio a la segunda parte del proyecto donde trabajo durante las tardes.
Cambiando de tema, he sido víctima de programas de publicidad no deseada en mis navegadores de Internet, todo por descargar una aplicación de Softonic y no "omitir" el primer paso por error.
Ya desinstalé navegadores y reinstalé, pero no es nada ética esa forma de trabajar publicidad de parte de ellos para con quienes no saben. Mi problema fue más asqueroso al tener configurada la sincronización entre las diversas computadoras que utilizo. En fin, todo a consecuencia de no decir no a tiempo.
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