Redireccionar
Se acerca el tiempo de salir a flote, respira hondo, no dudes y realiza tus sueños. La perseverancia con la que los ha montado resulta ahora, más que nunca, algo que debes tener por muy preciado.
"Fight for it!"
Aunque la respuesta no siempre es luchar, hace poco leí de un amigo el buen consejo de aprender a redireccionar tu camino, o algo así. Se vale recapacitar, somos hombres y cometemos toda clase de errores en el camino; no arrepentirse de lo bueno vivido, sí motivarse a ser mejores día a día.
Hoy es uno de esos días en los que, relajado después de "haberlo hecho" pienso en qué más. En el siguiente capítulo, y es que no están para saberlo, pero yo sí soy argüendero y se los voy a contar:
Semestres atrás, a casi tres años de haber comenzado la carrera, debo confesar que inicié con una actitud insípida, a sabiendas que, con un poco de deseo podía acreditar sin problema. Hoy, con algunas desveladas a cuestas, pesares, confusiones y mucha autocrítica he conseguido unas calificaciones bastante decentes en el semestre.
Eso de las calificaciones siempre viene a fin de cursos, los que lograron buenas notas a presumir; los que no a guardárselo, como si esos números dijeran más o menos de ti. Nunca lo he creído, nunca lo he visto así; sé que lo mayormente prioritario es la actitud de cada uno, y sé también, que consecuencia de ello fueron mis malas calificaciones los primeros años de carrera, lo reconozco con honestidad, fui yo y mi mala calidad como estudiante, la pereza que venía conmigo.
Con respecto al blog: A partir de ahora mis entradas se verán reducidas por lo general en uno o dos párrafos cada una, eso en primer lugar para evitar la desorientación que mis debrayes puedan producir y en segunda para conseguir que holgazanes que apenas leen cinco párrafos sean capaces de leerme. Ja, como si eso me importara; no, ni tanto, la verdad son cuestiones de tiempos; hoy lograr que me queden quince minutos libres es realmente complicado.
"Fight for it!"
Aunque la respuesta no siempre es luchar, hace poco leí de un amigo el buen consejo de aprender a redireccionar tu camino, o algo así. Se vale recapacitar, somos hombres y cometemos toda clase de errores en el camino; no arrepentirse de lo bueno vivido, sí motivarse a ser mejores día a día.
Hoy es uno de esos días en los que, relajado después de "haberlo hecho" pienso en qué más. En el siguiente capítulo, y es que no están para saberlo, pero yo sí soy argüendero y se los voy a contar:
Semestres atrás, a casi tres años de haber comenzado la carrera, debo confesar que inicié con una actitud insípida, a sabiendas que, con un poco de deseo podía acreditar sin problema. Hoy, con algunas desveladas a cuestas, pesares, confusiones y mucha autocrítica he conseguido unas calificaciones bastante decentes en el semestre.
Eso de las calificaciones siempre viene a fin de cursos, los que lograron buenas notas a presumir; los que no a guardárselo, como si esos números dijeran más o menos de ti. Nunca lo he creído, nunca lo he visto así; sé que lo mayormente prioritario es la actitud de cada uno, y sé también, que consecuencia de ello fueron mis malas calificaciones los primeros años de carrera, lo reconozco con honestidad, fui yo y mi mala calidad como estudiante, la pereza que venía conmigo.
Con respecto al blog: A partir de ahora mis entradas se verán reducidas por lo general en uno o dos párrafos cada una, eso en primer lugar para evitar la desorientación que mis debrayes puedan producir y en segunda para conseguir que holgazanes que apenas leen cinco párrafos sean capaces de leerme. Ja, como si eso me importara; no, ni tanto, la verdad son cuestiones de tiempos; hoy lograr que me queden quince minutos libres es realmente complicado.
No hay comentarios.
Publicar un comentario
Se agradecen tus comentarios.