Haz
Llega el momento en la vida en el que te das cuenta que venías jugando mal. Tú en todo tu tiempo pasado te la vivías buscando algo que no se te hacía encontrar, cuando lo descubres y te quedas boquiabierto ante la situación calmado meditas que no has venido a este lugar para encontrar, sino para elegir. Lo importante es que tu vitalidad y fortaleza mental se encuentren siempre ahí, llega el momento en el que ya no es cuestión de "buscar un trabajo" sino elegir el mejor para ti; en el que "buscar pareja" resulta absurdo pues habiendo tantas posibilidades y tan buenas lo único que te queda por hacer es seleccionar la que más te convenga.
... Y así en todo. Resulta que pasas demasiado intentando agradar gustos de los demás, cuando el único gusto que deberías agradar es el tuyo propio. Te despiertas y descubres que la belleza es más relativa de lo que presumías, pues las habilidades y virtudes adquiridas durante el transcurso de tu estadía en el planeta resultaron ser de mayor atractivo que un lindo rostro o una figura atlética.
Aunado a lo anterior, qué te parece poder cambiar tu manera de ser, no solo en tu forma de pensar (que eso vaya que es lo más importante), sino en tu aspecto exterior. Nadas entre un mundo repleto de aguas donde el sapo, por horrendo que sea, es un anfibio que puede estar tanto en tierra como en agua, limpia o sucia.
La belleza de la vida no se captura con un obturador y un diafragma, hace falta tener una buena intención al vivir para disfrutar de lo que el tiempo tiene preparado para los que saben sembrar a bien. O dicho de una manera más simple, el Karma viene a hacer las suyas tarde o temprano así que es necesario analizar por qué caminos hemos andado y demostrar que el "ser bueno" no es un estado icónico, sino un estilo de vida.
El ser bueno es la consecuencia de tus buenas obras en días anteriores, aunque nadie puede serlo del todo por más que lo intente, siempre que sea posible hay que serlo. La paciencia no es una virtud que se de en racimos como las uvas, hace falta vencer a Cronos y a la desesperación para que los sueños no mueran en el proceso.
Si bien escribo como alguien exitoso no es porque haya conseguido todo, pero dicen bien, que aquello que escribes por lo general también lo necesitas; hago esto con la intención de exhortar a mi propia persona a no rendirse ante los sucesos. Hace poco leí algo de una escritora local, mujer impresionante, me dejó absorto ante su calidad de escritura, como un chiquillo ante un experto quedé humillado con su letra. Pero no me rindo, no me rindo y no me rindo.
En cualquier lugar existe gente que se deja vencer ante las circunstancias, todo por no advertir con antelación que las cosas que hacen llevan un nivel de consecuencia. La perseverancia existe, y si un consejo alguien de esto quisiera tomar hoy es el mismo que no me canso de repetir: Haz lo que te guste, sin cansancio, haz lo bueno, sin dudarlo. Sé inteligente, sé valiente y no desmayes que el camino que te espera es largo y complejo.
... Y así en todo. Resulta que pasas demasiado intentando agradar gustos de los demás, cuando el único gusto que deberías agradar es el tuyo propio. Te despiertas y descubres que la belleza es más relativa de lo que presumías, pues las habilidades y virtudes adquiridas durante el transcurso de tu estadía en el planeta resultaron ser de mayor atractivo que un lindo rostro o una figura atlética.
Aunado a lo anterior, qué te parece poder cambiar tu manera de ser, no solo en tu forma de pensar (que eso vaya que es lo más importante), sino en tu aspecto exterior. Nadas entre un mundo repleto de aguas donde el sapo, por horrendo que sea, es un anfibio que puede estar tanto en tierra como en agua, limpia o sucia.
La belleza de la vida no se captura con un obturador y un diafragma, hace falta tener una buena intención al vivir para disfrutar de lo que el tiempo tiene preparado para los que saben sembrar a bien. O dicho de una manera más simple, el Karma viene a hacer las suyas tarde o temprano así que es necesario analizar por qué caminos hemos andado y demostrar que el "ser bueno" no es un estado icónico, sino un estilo de vida.
El ser bueno es la consecuencia de tus buenas obras en días anteriores, aunque nadie puede serlo del todo por más que lo intente, siempre que sea posible hay que serlo. La paciencia no es una virtud que se de en racimos como las uvas, hace falta vencer a Cronos y a la desesperación para que los sueños no mueran en el proceso.
Si bien escribo como alguien exitoso no es porque haya conseguido todo, pero dicen bien, que aquello que escribes por lo general también lo necesitas; hago esto con la intención de exhortar a mi propia persona a no rendirse ante los sucesos. Hace poco leí algo de una escritora local, mujer impresionante, me dejó absorto ante su calidad de escritura, como un chiquillo ante un experto quedé humillado con su letra. Pero no me rindo, no me rindo y no me rindo.
En cualquier lugar existe gente que se deja vencer ante las circunstancias, todo por no advertir con antelación que las cosas que hacen llevan un nivel de consecuencia. La perseverancia existe, y si un consejo alguien de esto quisiera tomar hoy es el mismo que no me canso de repetir: Haz lo que te guste, sin cansancio, haz lo bueno, sin dudarlo. Sé inteligente, sé valiente y no desmayes que el camino que te espera es largo y complejo.
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