Desvelo

Nunca será comparado alguien de buen aspecto con alguien de buena esencia, porque como lo dijo una vez Salomón "como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer hermosa y apartada de razón". Hay cosas que no se pueden ocultar por más que uno se lo proponga, y es que no existe virtud más elegante que la inteligencia en una dama.

A una mujer común la podrás convencer, engañar, chantajear y hasta sobornar para que haga lo que tú requieres; para que actúe como tú deseas. Pero ojo, existen mujeres íntegras, de valioso corazón y sobradas de virtud que jamás verán revocada su opinión a menos de que se demuestre están en un error.

Es un lío enamorarme déjenme les cuento, porque todo el día pienso en cómo puedo ser mejor persona para quién quiero. Y es que uno, basado en estereotipos clásicos va y hojea en revistas, indaga en Internet y evalúa situaciones como si esa fuera la respuesta a cómo aprender a conocer a alguien. La cuestión es que no está ahí, por más que lo intentes el secreto no se encuentra en la superficialidad si de lo que se trata es de obtener a la pareja no solo de tus sueños, sino de tu vida entera.

Habremos hombres que con el tiempo hemos aprendido a valorar en mayor medida aquello que una dama contiene en lo invisible de su ser. Pues eso las convierte en un enigma para mucho que solo tú puedes tener... Sin embargo, enfocado al punto por el que comencé a escribir esto a la hora con quince minutos de hoy; creo que entre inteligentes es difícil el amor.

Sí, sí, ya admití y no puedo hacer otra cosa que agradecer todos esos comentarios de que soy inteligente. Y no, no lo hago por exaltar a mi persona, simplemente una de las cosas que aprendí a valorar para bien son los halagos, ya que algo bueno debe de tener uno, y aunque es una virtud que he tenido presente durante el transcurrir de mi vida, siempre había optado por rechazar retundo el comentario de quien osara mencionarme poseedor de esa característica, no por miedo específico a la característica, sino a caer en la imagen de alguien que no soy.

¿Ven mis circunloquios?
Hay alguien, no tan cercano a mi vida todavía como yo quisiera, que ha logrado que mi intención de hacerla mi pareja fluya, y eso visto desde la perspectiva de alguien a quien se le ve con fama de "querer a todas" podría parecer poco; pero no es así. Si existe una persona que ha hecho que fluya en mí el deseo de tenerla a mi lado para compartir mi vida esa persona es de quien redacto. Ella ya me ha despreciado antes, ciertamente; lo ha intentado con otras personas en condiciones que al final, bueno, no lo sé pero me imagino no salieron favorables. No quiero ahondar en esos temas porque se entendería que me voy a comparar, y eso es una cosa que por lo general desprecio.

Ya no es como escribir un poema o una carta de amor, es el hecho de valorar la singularidad de la persona y lo especial que ha sido para mi vida. No es como dedicar frases a su sonrisa o su mirada, puesto que con eso aunque se puede describir el cuerpo no es posible dibujar el alma. Tampoco es como decir que las curvas de su cuerpo me emocionan, o que posee la mejor expresión facial del mundo; puesto que eso mismo es estrofa usada en montones de poemas y nunca lleva a nada. De hecho, ni siquiera es el deseo de describirla lo que leen aquí, es la convicción y la necesidad de tenerla para siempre conmigo. Es fácil cuando lo lees con todas sus letras, amor.

Finalmente quiero expresar que mi interés no es tanto que ella algún día lea esto (cosa que es probable suceda gracias a la belleza de Internet); lo único que deseo con todo mi corazón es dar gracias a Dios, por permitir en primer lugar a alguien insignificante como yo conocer a una dama de tanta fuerza interior como ella, ah sí... No lo olvidaba, también es muy bella.

Igual esto puede leerse pasado el tiempo como una ilusión más de alguien que se enamora fácilmente. Sin embargo, me queda el gusto de haber escrito durante casi media hora una vez más acerca de ella, sin ningún afán oculto, solo respetando la voluntad divina y esperando que vengan cosas cada día mejores a mi vida, no por egoísta que puedo leerme, sino porque tú que estás leyendo y yo que lo escribí, tenemos derecho a que hermosuras lleguen a nuestra vida si cada día nos esforzamos por ser mejores personas.