Sucumbir


Hace tiempo he querido regresar mis poemas a este sitio, pero no puedo hacerlo sin contar un preámbulo previo a lo que escribí y declarar un porqué de la idea. Generalmente las ideas me surgen por la simplicidad de sentirme bien, de estar alegre, de estar triste, de haber pasado por un trago amargo, cuando los sentimientos florecen; sin embargo no siempre es así, procuro que me sea posible (practicando) escribir en medio de cualquier circunstancia, a pesar de que sea un mal o buen tiempo.

Eso sí, este tema me llega con el retorno de un fin de semana bastante agradable, donde he sentido la libertad de estar conmigo mismo y he interactuado un poco con preciosas personas. De hecho se puede notar en la entonación clásica que una vez más inmiscuyó una relación entre líneas, al igual que en la vida real, entre líneas vivo las relaciones; y no por mí, como se puede leer sino porque soy parte de los que quedan solos; probablemente por feo, por indeseable, por... No, no por eso, solo bromeo.

Menciono también esa necesidad que cómo me molesta, tal como si viviera en el miedo de ser yo mismo todo el tiempo, y sí, aunque no; es una contradicción común en mi persona, pues apuesto por las relaciones largas y duraderas aunque por temor a ser pateado justo en la cola siempre uso líneas de división que me hace difícil acceder más allá en la situación sin antes ver las puertas abiertas por parte de la otra persona; así funciono, mal o bien he tenido que entender mi manera de ser y aprender a vivir con ello, a veces causa grandes satisfacciones eso pero otras puede llegar a ser un desquicio si no veo la realidad.

Sucumbir al miedo es fácil cuando lo que se tiene por encima del todo es la nada,
refiero al tiempo que he resulto mi existencia conforme a lo que soy,
y que ha llegado el día, pareciera es hoy.

Los ojos de la diva me miran,
mis entrañas se retuercen por necesidad,
complacencia he de esperar por parte de ella,
conseguir vencer quiero su necedad.

Las frases y versos vuelan por los aires,
es cuestión de ordenarlas cual ideas brillantes.
Tomar entre sollozos sus suplicas de amante,
hundir su poderoso fuego en los enormes mares.

Revolotean historias sus alas de ave,
borucas en lugar de palabras diciendo estoy,
cosas sin sentido, me he puesto grave,
porque necesidad de ella es lo que tengo hoy.

El texto que declaro ahora pueda ser un sentimiento,
o la necesidad en pleno que desear vivir,
no es que desde un inicio me sintiera muerto,
pero experimentar es algo que me hace feliz.

Las estrofas se estropean con ideas cautivas,
pasan letras, versos e incoherencias entre lo que expreso,
es mi propósito sincero poder llegar a eso.
Quiero hacer sentir que ellas están vivas.

Las líneas de su cuerpo observar con libido,
destruir la imagen de aquel ser temido,
adentrarme al mundo de lo desconocido,
y brillar entre todo lo que aquí ha existido.

No hay comentarios.

Publicar un comentario

Se agradecen tus comentarios.