Amanecer

Las estrellas del la noche sucumben ante nuestro aliento, mientras de las manos acercamos nuestros labios lento. Y encima de esto, se escucha el ahullido de un lobo hambriento. Y entre la oscuridad de la casa rechinar el viento.
Te amo preciosa mía, mujer transparente con la que cuento en mis más desgastantes agonías. Te adoro pedazo de alma de la más pura imagen y concepción pía. Te amo sombra en el silencio que abrazas mis sentidos, amo escuchar el sonoro vibrar de tus latidos.
Nuestras almas juntas hasta el infinito, que diga el cielo que todo lo que hecho nada es bendito, no me importa nada, estaré contigo, eso me permito. Nos tocaremos, nos besaremos y nos haremos un mismo ser, y vivieremos juntos hasta que deje de amanecer.

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