Veo

Todo este tiempo, sigo sin poner los pies sobre la tierra, creyendo que las puedo todas, sin ser verdad.
Volviendo loco a mi otro yo cuando pienso que la soledad me acompañará siempre
y entonces te veo... veo tus hermosos luceros, veo tu perfecta piel y tus interminables piernas; me gozo de ser yo mismo quien se encuentra con tan magistral obra divina.

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