Luna

Es parte de mi ser, de mi vida,
mi amiga de cada noche,
mi dulce y amada compañía.
Quiero ser tu dueño, luna querida.

Cuando está presente mi alma se aclara,
puedo respirar el perfume de la brisa,
que cada mañana en las flores está,
siendo del día la primer caricia.

Sabes, cuando estyo contigo,
pienso diferente, soy más bueno,
más prudente y comprensivo.

Ayer, mientras hablaba con mi mujer,
nos recostamos a las orillas del mar,
apreciabamos tu gran hermosura,
cuando pasó un astro fugaz.

Ambos deseamos viajar,
caminar por tu superficie,
poder las estrellas tocar,
provocar un nuevo eclipse.

Recuerdo que mirabamos a la gente en la tierra,
no había guerras, ni males en ella,
solo pequeñas manchas de colores,
que la diferían de una estrella.

Aparecimos de pronto en tu superficie,
comenzamos a explorar por todos lados,
no sea que extraños seres aparezcan,
y nos conviertan en sus esclavos.

Fue emocionante jugar en sus montañas,
nunca olvidaré esos instantes,
el cielo es distinto desde ahí,
está más oscuro y distante.

Pero me gusta, es divertido,
no quiero despertar de la ilusión,
comenzaré a contruir aquí mi hogar,
en este pequeño rincón,
junto a esa enorme roca,
en forma de caparazón.

Mi mujer irá por los víveres,
traerá hierbas de a montón,
quién dijo que la luna estaba seca,
nunca la conoció tan de cerca.
quien dijo que era de queso,
no tiene ni un poco de seso.