Toxicidad

 Toxicidad. Un entorno repleto de amor y confort, a veces, en cierta forma, puede afectarnos de formas negativas. Al menos en lo que respecta a las responsabilidades sobre uno mismo, porque cuando te rodeas de gente que te ama, básicamente te dejas llevar, aceptas la guía a ciegas, y ojo, no estoy cuestionando a otros, porque en realidad es responsabilidad de uno mismo hacerse cargo de dónde está y cómo suceden las cosas.

Esa falta de control, me produce, sin querer, una carencia de oficio interna que no debería; una de las cosas en las que quiero trabajar de mí, porque no es agradable irse un par de semanas y regresar con el sistema por los suelos.

Y es que somos eso, un sistema, que necesita estar al punto para funcionar correctamente. Lo digo sabiendo que he dormido mal en días recientes, que el frío me ha causado más mella de la que imaginé en el cuerpo y que me enfermé de gripe a las primeras de cambio. Es cierto, se asume que eso es consecuencia de que uno va envejeciendo.

Me aconsejaron hacerme estudios para ver qué tanto tolera mi cuerpo; pero seré sincero, siento que no está tolerando, o sea, llevo al menos una semana queriendo huir y cambiar el orden de las cosas. Reitero, escribo esto sin culpar a nadie, es únicamente falta de compromiso de mi parte o que me importó poco dejarme ir a sabiendas de que mi cuerpo venía sin sentirse bien desde tiempo atrás.

En fin, lo que quiero decir acá es que trabajo constantemente por mejorar mis condiciones de salud a pesar de que el entorno no sea propicio. Así que toca trabajar el doble o triple internamente para medianamente acomodarse. Todo son emociones, sensaciones, pensamientos y sentimientos, un mundo de situaciones dentro de mi mente ocurriendo.




 Toxicidad. Un entorno repleto de amor y confort, a veces, en cierta forma, puede afectarnos de formas negativas. Al menos en lo que respecta a las responsabilidades sobre uno mismo, porque cuando te rodeas de gente que te ama, básicamente te dejas llevar, aceptas la guía a ciegas, y ojo, no estoy cuestionando a otros, porque en realidad es responsabilidad de uno mismo hacerse cargo de dónde está y cómo suceden las cosas.

Esa falta de control, me produce, sin querer, una carencia de oficio interna que no debería; una de las cosas en las que quiero trabajar de mí, porque no es agradable irse un par de semanas y regresar con el sistema por los suelos.

Y es que somos eso, un sistema, que necesita estar al punto para funcionar correctamente. Lo digo sabiendo que he dormido mal en días recientes, que el frío me ha causado más mella de la que imaginé en el cuerpo y que me enfermé de gripe a las primeras de cambio. Es cierto, se asume que eso es consecuencia de que uno va envejeciendo.

Me aconsejaron hacerme estudios para ver qué tanto tolera mi cuerpo; pero seré sincero, siento que no está tolerando, o sea, llevo al menos una semana queriendo huir y cambiar el orden de las cosas. Reitero, escribo esto sin culpar a nadie, es únicamente falta de compromiso de mi parte o que me importó poco dejarme ir a sabiendas de que mi cuerpo venía sin sentirse bien desde tiempo atrás.

En fin, lo que quiero decir acá es que trabajo constantemente por mejorar mis condiciones de salud a pesar de que el entorno no sea propicio. Así que toca trabajar el doble o triple internamente para medianamente acomodarse. Todo son emociones, sensaciones, pensamientos y sentimientos, un mundo de situaciones dentro de mi mente ocurriendo.




Seguir Leyendo

 ¿Cuál es el significado de evolucionar? ¿En qué consiste el arrepentimiento? Son un par de cuestionamientos en mi vida durante días recientes. Primero que nada, gracias por seguir aquí, a quienes se dan unos minutos para leerme, la he pasado bien los últimos días del año anterior y he venido con bríos renovados a enfrentarme al actual.

Regresando al tema, el arrepentimiento debe de estar acompañado por acciones y condiciones que reflejen el cambio de rumbo en nuestras vidas. Por ejemplo, si estamos arrepentidos de siempre llegar tarde a nuestras citas, encontrar maneras de superar esa barrera, ya sea con múltiples recordatorios, con preparación previa de lo necesario para cumplir nuestro objetivo o el uso de elementos que desde muy temprano nos encaminen a nuestro destino debería ser suficiente para que no quedemos mal en esa área.

De la misma manera podríamos aplicar a la evolución humana (considerándolo en este caso como un símbolo del autocrecimiento); encontrar múltiples motivadores que nos ayuden a ponernos en marcha y dejarlos dispersos por el diario vivir para evitar el estancamiento, es lo que necesitamos.

Personalmente, una materia que me venía provocando dudas y constantes recaidas eran las redes sociales; ¿qué podía hacer para reducir el uso de las mismas? ¿Para sortear el constante vacío de sumergirme en ellas por horas sin un fin específico más allá que el de perder mi tiempo? Y digo esto, sin afán de fastidiar a quienes las utilicen para ello; simplemente yo ya no quería hacerlo.

El remedio ha ido a bien, y aunque, no ha sido perfecto, lo que hice fue desinstalar las redes sociales de mi celular y filtrarlas en los navegadores móviles; sin eliminarlas, porque no quería dejar de poseer Twitter, Facebook o Instagram, solo quería bajarle al consumo de su contenido.

Tengo que comentar que mi estrategia inicial de "colocar un límite" o un horario de uso en mi celular no fue eficiente, hablo de en mi caso, porque al rato a penas de haber llegado al límite de tiempo u horario, lo desbloqueaba para el resto del día y me iba, de bajada.

No somos muy diferentes tú y yo; aunque puede que tú viajes en helicoptero o que jamás hayas utilizado Internet en tu vida. Si vives en carencia u opulencia, las dosis excesivas dopamínicas tienen un efecto nocivo en ti; en mi caso particular, afectan a mi condición digestiva y ciclos del sueño diréctamente. Deberías darle una revisada por tu parte, experimentando nada más qué es lo que te impacta, lo digo como consejo muy general.

Hemos celebrado por años que el bien mayor que poseemos como humanidad es el amor, cuando, a ser cierto, la vida misma debería estar por encima en esa contienda. Y crucialmente para una vida medianamente buena, la salud es algo imprescindible. Mi propósito para el año nuevo ha sido tratarme bonito y ser bueno conmigo. Agradecido estoy por haber llegado a este día.



 ¿Y a ti quién te salva, Carlos? No, a mí no me salva nadie. Ése es el problema, el valor que tengo, si es un uno o un mil, viene completamente de la mano que he podido construir, ni más, ni menos.

Me duele ver alejarse a las personas que quiero, jamás he entendido por qué no soy el "error" de alguien; qué fabuloso sería, la verdad, que se dieran cuenta que no soy tan patético como podrían pensar. Así que me toca decidir por un cambio inminente, uno que me ayude a mejorar:

Patiently building the authentic and harmonious version of myself; each day, a steady step forward.

Ya no hablo de reconstruir, de ni ser "mejor" como tal, hablo de juntar mis piezas; esas que cada vez que me gusta alguien terminan desperdigadas, colocándolas en un lugar en el que ya no se extravíen más y cual rompecabezas, ensamblarlas una a una.

Las ventajas de haberte roto tantas veces, es que ya conoces la ubicación de la mayoría de las piezas, solo basta darte el tiempo y la paciencia de colocarlas en su lugar; eso sí, ya soy viejo, ya no veo las cosas como antes, ya no percibo la vida como cuando tenía fluidez y plena esperanza; no, ya no, simplemente me pongo triste, hago una pequeña mueca, y sigo, que así es como funcionan las cosas ahora.

Uno cree que es capaz de un montón de cosas, pero los golpes de la realidad son bastante duros y desequilibran; mi cajita de sueños, cada vez está más oculta en el último rincón del armario.

Pero aquí, en mi vida, en mi corazón, solo queda agradecimiento. Porque nuevamente se me permite despertar, porque aunque no entienda el propósito de mis decisiones, a veces torpes, a veces ignorantes y muy pocas veces atinadas, seguiré tratando, seguiré deseando.



Bien que mal la vida tiende a ofrecernos no más allá de un montón de caca, sobretodo para cuando venimos de la nada, y te aguantas, es eso lo que hay. Tendemos a asumirnos parte de grupos sociales o sectores influenciados a partir de aquellas cosas a las que podemos acceder, puras falacias, si me preguntan.

Quisiera llegar un día a la quincena y ver a la misma raza que me encuentro siempre en los lugares a los que frecuento, pero no, pasa que se perciben como algo que no son, por el mero cuento de que traen un par de billetes más en el bolsillo, pero no los juzgo, supongo que cada cual tiene su debilidad, y si bien presentar capacidades financieras no es la mía, hay un montón de otras cosas en las que trastabilleo, y no soy nadie para opinar, ni siquiera desde una óptica neutral, sin intención de juicio, ya que cada cual supera sus obstáculos a su modo, algunos escribiendo, otros juntándose con diez amigos a presumir.

He estado muy cansado y fastidiado en días recientes, mis niveles de tolerancia no son los que regularmente agradezco; presión en el trabajo además de intercción con personas específicamente castrantes, quiero andar tranquilo para volver a hacer lo que me corresponde, la verdad hay demasiado por organizar, y no he tenido tiempo de hacerlo, eso me pega.

La mitad de servicios en la casa están fallos, ni idea de por qué se les ocurró dejar de funcionar al momento que mi roomie y su familia se fueron; a veces creo que solo son pruebas de arriba para validar mi temperamento y niveles de adaptabilidad a lo que venga. Una vez más, me observo al espejo y no puedo entender hacia dónde voy, solo que quiero empezar a hacer nuevas cosas, cosas que me llenen internamente, que me nutran y me traigan satisfacciones, y también que me beneficien en múltiples sentidos.

Estamos sobrevalorados como humanidad, habré de reconocer eso; claro que amo a las personas que me rodean y están conmigo, pero ese vínculo es efímero como nosotros en el plano Universal al que pertenecemos, no somos más que un montón de partículas regadas por el amplio e infinito universo de posibilidades esperando ocurrir.

Y qué bien saber que no soy el único que lo pasa difícil a veces, pues a donde volteo me encuentro con el mismo tipo de charlas, conflictos, sinsabores, improperios, limitaciones, dudas, absurdismos, banalidades y superficialidades; nuestra vida útil siendo cada vez más reducida y el llamado "impacto" o la "influencia" que podamos generar en otros, minúscula.

Entonces, venir al café a escribir un montón de tonterías que me pasan por la cabeza para dejar salir la ansiedad que me provoca que un pedazo de porquería me hablara de manera belicosa, es una gracia de costo menor que estoy dispuestísimo a seguir disfrutando cada que me sea posible.



 No tengo qué demostrarte qué tantas cosas he hecho, ni siquiera tengo que demostrármelo a mí mismo, la vida continúa, sigue su curso, las canas aparecen, las arrugas se acrecentan, la vista se agota, los músculos adolecen, la inspiración desvanece, quedando cada día menos.

Y si antes venía por acá a desparramar todo lo que había en mi ser, hoy me guardo la mayoría, colocando aquí pequeños destellos solamente. Porque debo de tener un propósito, ahí tiene que estar oculto, o tal vez no, simplemente me ha dado miedo tomarlo con las fuerzas necesarias. Y es que, siendo bien sincero, las puertas están disponibles, para quien se atreva a abrirlas y adentrarse en lo que sigue.

Mi plan de vida es dinámico, constantemente cambia, mis objetivos son cada vez más claros y específicos. Mis deseos más íntimos dejan de serlo para convertirse en un estado de bienestar conmigo mismo. Sensación de paz y amabilidad, sonrisas habituales incluso donde no me son requeridas, porque sí, porque quiero, porque puedo.

La plenitud va mucho más allá de "conseguir" algo, está en uno, en el corazón y el alma, en la constancia y el orden, en el sentirme de una pieza, en despertar con fuerza para seguir, y aquí viene la clave de todo, evitar rendirse.

Porque no hay una solución mágica a los problemas de la vida, sin importar tu nicho o trasfondo, generalmente vienen a uno y los advertimos hasta que están aquí. Puede ser que tengas que ignorar tu teléfono durante semanas o que simplemente decidas "hoy no comer", tal vez incluso sean imposibles de resolver, y ni qué decir, la vida es así, el sentido del humor de quien está arriba jamás lo entenderemos.



 Te pido perdón Carlos por haberte tratado de esa manera, por haberte culpado de todo, por no comprender que la estabas pasando mal y forzarte a intentar ser lo que no eras. Te pido perdón por tantas veces que te utilicé como tapete, que te descuidé y dejé que te autosabotearas. Te pido perdón por ir atrás de quien no te valoró perdiendo la cabeza en el trayecto.

Me tuve que dejar caer, me tuve que perder para encontrarme de nuevo, permití a la destrucción hacer lo que quisiera conmigo, y me largué, me fui, me desafané, me abandoné a mi propia suerte, lloré, sufrí y luché por mantenerme en pie un día a la vez.

Las personas que me importaban se redujeron en gran medida, mis conflictos internos crecieron hasta hundirme en una nube de conmoción y horrores, pero callé, no tenía a quien acudir, permanecí en silencio mientras el tiempo hacía lo suyo, pasaron los días, semanas y meses.

Estaba cautivo en mis propios pensamientos, unos que me hacían huír de ti cada que existías en la cercanía; tenía que curar, tenía que suturar mis heridas, tenía que volver a caminar, y cuando al fin lo hice, pude ver las cosas con claridad, y es que estaba obsesionado porque existieras para mí, cuando tú ni intención de estar cerca tenías, pues hube caído en una trampa de la seducción, y está bien, consciente soy de mi debilidad para contigo.

Recogí mis piezas y me puse a trabajar. Cerrándolo todo. Desinstalando. Silenciando. Agoté mis opciones y me até de pies y manos a mi pieza, para no moverme de ahí, para no volver a romperme. Lo conseguí, a un ritmo tan lento que es imposible darse cuenta, sabía que cerrar un ciclo me llevaría menos que la primera vez que me destruyeron el corazón, pero más de lo que debería considerando mi experiencia y edad.

He recuperado mi sentido, mi guía, mi ímpetu. Ustedes no lo notan, y puede que lo noten hasta que pasen uno o dos meses, pero estoy reconvertido hacia lo que deseo, esta vez sin ofrecer nada. Soy neutral en esa área, si quiere algo de mí, puede venir a pedirlo, he dejado en libertad al necesitado que habitaba en mi interior, y mi residencia ha pasado a pertenecer a quien sabe lo que quiere.

La mesa está servida, la fiesta está preparada, los medios están dispuestos y mi corazón atento. Mis manos, como siempre, abiertas para quien desee aproximarse a tomar de ellas, mi mente transparente para quien ose observar a través de ella, mi ser presente, en caso de que alguien se aproxime en sinceridad.



Pido Perdón

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 Te pido perdón Carlos por haberte tratado de esa manera, por haberte culpado de todo, por no comprender que la estabas pasando mal y forzar...

 La verdadera pregunta se encuentra en descubrir si es posible hacer dinero saliéndose por completo del sistema capitalista que nos hunde y controla desde arriba, la respuesta, la desconozco. No tengo idea si personas como yo, viniendo de la nada, son capaces de salir del juego de las ratas o simplemente estoy enamorado de una utópica idea inexistente de la que cualquiera sin los recursos suficiente acaba por sentirse flechado en algún punto de su infancia.

Con todo lo que nos forzan a creer, con semejante cantidad de información cayendo a raudales dentro de nuestros cerebros en pleno desarrollo, obviamente terminamos convirtiéndonos en objetivos cruciales para perpetuar la riqueza de unos cuantos.

Recuerdo haber navegado por sinnúmero de sitios y aprendido un montón en el proceso en mi intento de mejorar como persona, de ser destacable de alguna manera, en mi autoconvencimiento de que "hacer dinero" era el camino correcto, no es que haya alternativa, claramente, al menos en la realidad que vivimos el factor económico es lo que en mayor o menor medida nos provee de sustento y nos evitar caer en el destierro social.

Cuando analizo un poco mi vida, caigo en cuenta de lo mucho que me he perdido por mi necesidad de ser competitivo y lograr algo; no mentiré, he caído en múltiples ocasiones en el autodesprecio y la apatía en consecuencia; por querer desarrollarme y resaltar en un mundo en el que realmente a nadie en el exterior le importamos y lo que ttraigamos puesto encima o nuestro medio de transporte no son más que vanidad, el recorrido por encontrarse uno mismo y llenarse de amor propio, termina siendo un reto contracultural anti status quo.

Comúnmente me cuestiono si lo lograré, si alcanzaré a una versión más avanzada de mí mismo, positivamente hablando saliendo adelante ante la adversidad, la ansiedad no es más que la urgencia por querer estar en un punto de tu historia al que todavía no llegas o probablemente no tengas acceso. Qué frustrante.



Vanidad

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 La verdadera pregunta se encuentra en descubrir si es posible hacer dinero saliéndose por completo del sistema capitalista que nos hunde y ...